
Texto y fotografías por Elizabeth Díaz
Después de una semana de travesía y siete estados recorridos, la caravana llegó a la punta del sureste mexicano, Quintana Roo, en una de las 14 paradas dónde arribara el Tren Maya, Felipe Carrillo Puerto.
El Tren Maya según el presidente Andres Manuel uno de sus proyectos más importantes de su sexenio, cubrirá 1,500 kilometros de Palenque, Chiapas hasta Cancún, Quintana Roo, conectando cinco estados (Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Too), atravesando las últimas hectáreas de selva maya que se había preservado intacta de devastación y uso industrial.
La mega infraestructura destruirá toda la región, los ecosistemas naturales dónde pasará, esta habitado por una variedad enorme de flora y fauna que están interconectadas.
Las redes y colectivas que han recibido a la caravana tienen orígenes maya, la red de Resistencias del Sur Sureste es la más grande, tiene 27 organizaciones en seis estados, quiénes han sostenido durante largos años la lucha diaria contra la apropiación de su cultura y ahora de una forma voraz, la de su territorio.
Las actividades iniciaron con una manifestación por las calles del centro de Carillo Puerto para abrir espacios a diferentes voces en un mítin que expuso la angustia y perseverancia colectiva ante un clima de violencia que se incrementa para desplazarlos, el mitin cerró con una pregunta muy importante, ¿para quien es el progreso?









Mas tarde, la caravana arribó en conjunto con la red a un tramo dónde se está construyendo el tren, haciendo notoria la enorme devastación y despojo.
Entre lágrimas y rabia uno de sus habitantes dijo:
“Nuestra selva maya esta siendo devastada despojada y devastada, esta siendo brutalmente asesinada por los megaproyectos que se impone en nuestros territorios, aquí dónde estamos habian cedros, caobas, jicosapotes por aquí caminaba el venado, el jaguar, ahora estamos viendo un lugar desolado, estamos viendo el inicio de lo que quieren los de allá arriba, la fragmentación, el lucro de nuestro territorio, el saqueo, el extractivismo más voraz de los pueblos.





Estamos viendo la destrucción de las formas de vida de los pueblos mayas,por este paso, por esta área que está totalmente talada, unos kilómetros más adelante, transita una peregrinación del pueblo maya de Kopchen y que en este momento, quizá, podamos presenciar la última peregrinación de este pueblo, atravesando la selva, que ahora ha sido brutalmente cortada”
Las actividades en Felipe Carrillo Puerto, finalizaron con una consigna que resonó entre los miles de árboles talados, “el sur resiste”, “ese tren no es maya, ese tren es militar”.
Mañana se llegará a Xpujil, Campeche un territorio indígena que se encuentra en una situación similar.