
Cobertura por Bren Fernández/ @el.ojo_subversivo
Ciudad de México – 10 de septiembre de 2025
En un lamentable y devastador suceso ocurrido esta tarde, se registró una explosión de gran magnitud en la alcaldía Iztapalapa, específicamente en la avenida Ermita, justo debajo del Puente de la Concordia, a escasos metros de la estación del metro Santa Martha Acatitla, correspondiente a la Línea A del Sistema de Transporte Colectivo Metro.


Según reportes preliminares y declaraciones de fuentes oficiales, el estallido fue provocado por una pipa que transportaba gas. Las causas exactas del siniestro aún están bajo investigación. El incidente dejó un saldo trágico de al menos tres personas fallecidas, dos de ellas aún no identificadas, así como 7 personas lesionadas, quienes fueron atendidas de emergencia y trasladadas a distintos hospitales de la Ciudad de México para recibir atención médica.



Desde Sueña Dignidad, expresamos nuestra profunda solidaridad con todas las familias afectadas por esta tragedia. Nos unimos al dolor, la rabia y la incertidumbre que este tipo de hechos provocan, especialmente en comunidades que históricamente han sido marginadas, invisibilizadas y desprotegidas por las autoridades.



Una vez más, este tipo de catástrofes nos obliga a cuestionar de forma urgente y contundente: la falta de prevención que hay hacia las vidas que día a día acontecen en las zonas de lo no visible.
Lo ocurrido hoy no puede ni debe ser visto como un accidente aislado. Es una muestra más de las profundas fallas estructurales que existen en la gestión del transporte de materiales peligrosos, en el mantenimiento de la infraestructura urbana, y en la ausencia de políticas públicas efectivas que realmente prioricen la vida y la dignidad de las personas, especialmente de quienes habitan y transitan en zonas periféricas.




Exigimos justicia, reparación integral para las víctimas, y explicaciones claras y contundentes por parte del Gobierno de la Ciudad de México. No queremos más comunicados vacíos ni promesas que nunca se cumplen. Lo que exigimos es una acción real, transparente y con enfoque social que garantice que hechos como este no se repitan.
Nuestras vidas importan. Merecemos vivir en una ciudad donde el simple acto de trasladarnos no implique arriesgar la vida. La dignidad debe dejar de ser una utopía para convertirse en una realidad palpable para todxs, sin importar el código postal.


