Por Mariel Perez , corresponsal desde Guerrero, Mexico.
El cuerpo sin vida de la niña Camila Gómez Ortega de 8 años fue encontrado la madrugada de este jueves 28 de marzo sobre la carretera Taxco-Cuernavaca en el estado de Guerrero, después de haber sido reportada por sus familiares como desaparecida el día anterior.
Los hechos conmocionaron de inmediato a la población, quienes bajo el coraje y la indignación, decidieron unirse para buscar a los responsables del crimen y buscar justicia por cuenta propia. Fue así como el mismo jueves, los 3 presuntos implicados fueron golpeados en manos de ciudadanos que enardecidos, buscaban justicia para la niña Camila.
Ante la ola de violencia e impunidad que se ha vivido en el estado, diversas colectivas feministas se han pronunciado ante este hecho, pues no es el primer caso de feminicidio que ha causado conmoción en la ciudad. Colectivas feministas de Taxco, Chilpancingo e Iguala convocaron a marchas y protestas en sus respectivas ciudades como muestra de solidaridad y como un llamado a las autoridades para exigir justicia para Camila, así como el correspondiente acompañamiento a la familia de la menor.
Acompañados de carteles y globos, se gritaban consignas como “Ni perdón, ni olvido, castigo para el asesino” “No estamos todas, nos falta Camila” “No es un bachecito, es un feminicidio”. De manera simbólica se dejaron velas, peluches y flores en las diversas manifestaciones realizadas en el estado de Guerrero.
En redes sociales se ha manifestado la preocupación e indignación por el caso, reclamando a las autoridades su incompetencia al actuar en este tipo de situaciones, así como expresando el hartazgo ante la ola de violencia de género en el estado. Recordemos que en el año 2018 el feminicidio de Magda Aguilar en Taxco de Alarcón causó un impacto sin precedentes en el estado, no solo por la crudeza del caso, sino por la negligencia de las autoridades.
De acuerdo con el Monitor de Violencia de Género y Feminicidios, en el Estado de Guerrero entre 2022 y 2024 se han registrado 239 casos documentados de homicidios dolosos contra mujeres con presunción de feminicidio, cifra que se ve reflejada no solo en estadísticas, sino en un hartazgo colectivo que ha llevado a la población a buscar justicia por su propia mano.