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El 13 de octubre de 2016 la activista y trabajadora sexual Alessa Flores fue asesinada dentro del Hotel Caleta, ubicado en la colonia Obrera de la Ciudad de México.
A nueve años de este impune trans feminicidio, sus amigas, compañeras y activistas continúan conmemorando su vida de lucha y resistencia, exigiendo justicia y responsabilidad al estado.
Desde aquel horroroso día su carpeta de investigación fue archivada como en muchos otros casos similares que ocurren en el país, donde la impunidad y la discriminación aparentemente pesan más que la vida de las mujeres.
