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El pasado 3 de abril, David Peralta, fotoperiodista y comunicador mazateco originario de la comunidad de Eloxochitlán de Flores Magón, Oaxaca, fue víctima de un atentado y del robo de su equipo de documentación. Según denunció en redes sociales, el comunicador se encontraba realizando labores de documentación sobre los daños al medio ambiente de su comunidad, causados por la actividad extractivista de piedra y arena, cuando el cacique Manuel Zepeda intentó atropellarlo en dos ocasiones.
Durante el incidente, uno de los trabajadores de Zepeda, Marco Antonio Ortiz Gallardo, persiguió a David en motocicleta y, de manera violenta, le arrebató su cámara. Este ataque ha dejado a Peralta en una situación de vulnerabilidad y ha causado daños tanto físicos como emocionales. Ante este hecho, exigimos públicamente que se castigue a los responsables y que se le devuelva su equipo de trabajo.
Desde Sueña Dignidad, hacemos un llamado urgente a la sociedad en general, comunicadores, a Claudia Sheinbaum, y a los tres poderes del estado de Oaxaca para que se implementen medidas de protección para David Peralta y su familia. Hacemos responsable al gobierno de Oaxaca de lo que pueda ocurrir con nuestro compañero, y exigimos el respeto a su trabajo, así como la garantía de su seguridad.
Este ataque se suma a una serie de situaciones de riesgo vividas por la familia Peralta. En 2012, el padre de David, Pedro Peralta, fue torturado y casi perdió la vida debido a una prisión política. En 2015, su hermano, Miguel Peralta, fue detenido injustamente. Aunque fue liberado en 2019, tres años después se le revocó la libertad, y actualmente se encuentra en un proceso de persecución y desplazamiento forzado.
David Peralta, a través de su lente, ha documentado la vida cotidiana de su comunidad así como los impactos del caciquismo en la región. Debido a su valiente labor, teme por su seguridad y la de su familia.
Es urgente la protección de lxs comunicadores y la pronta investigación de los hechos ocurridos para que los responsables sean llevados ante la justicia.
¡No se mata la verdad, violentando periodistas!
